Por un puñado de euros

Dice Aznar que el Gobierno socialista recurre a las prácticas caciquiles de tiempos pasados para arañar un puñado de votos. Con su planteamiento deja claro que el ofrecimiento de 400 euros a unos cuantos millones de contribuyentes oculta una torpe compraventa. Bien dicho, sí señor. Pero oculta el presidente de honor del PP que, como en todo contrato bilateral, para que alguien soborne a alguien ese alguien debe estar dispuesto a venderse. En definitiva, el ex presidente da por sentado que muchos hombres y mujeres, supuestamente libres, venderán su papeleta por un puñado de euros, aunque ha tenido la calculada delicadeza de no indicar el protagonismo de esta segunda parte, la vendedora. Quizás porque no ha querido importunar de forma tan directa a los ciudadanos tildándoles de vendidos. ¡Qué bueno y qué preventivo es! Para acabar, una pregunta, señor Aznar: a su juicio, ¿a cuánto cree que pagará su formación política el cuarto y mitad de elector cuando falten tres días para las elecciones? Vaya consultando a sus seres queridos y a su calculadora y ya nos dirá.