El Rey reivindica su papel frente a los ataques de 'ultras' y extremistas

El Rey se sintió ayer forzado a reaccionar frente a los sucesivos ataques que le dirigen desde la extrema derecha, jaleada desde la cadena de radio de los obispos, la Cope, y organizaciones radicales nacionalistas. Con el conocimiento previo del Gobierno, don Juan Carlos aprovechó un acto público en la Universidad de Oviedo para reivindicar "el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vividos por España en el marco del modelo de monarquía parlamentaria que sustenta nuestra Constitución".

La oleada de ataques a la Monarquía se disparó después de que el juez Juan del Olmo ordenara el pasado 20 de julio el secuestro de la revista satírica El Jueves por haber publicado en portada una caricatura de los Príncipes practicando relaciones sexuales. Después, actos como la quema de fotografías del Rey o la iniciativa de ERC para quitar al monarca la jefatura máxima de las Fuerzas Armadas fueron utilizados por la prensa afín a la derecha como ariete contra el Gobierno socialista.

A la vez, desde la Cope se insiste reiteradamente estos días en la conveniencia de que el Rey abdique, mientras el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio Cañizares, representante del sector más conservador, ha llegado a pedir que se rece por el Rey, "que tantas injurias está recibiendo".

En paralelo, Luis Herrero, eurodiputado del PP y colaborador de la cadena de los obispos, acaba de publicar un libro en el que asegura que el ex presidente Adolfo Suárez se planteó pedir la abdicación del Rey por supuestos escándalos económicos. En medio de este fuego cruzado, el periódico más identificado con la institución monárquica, Abc, ha llegado a denunciar el pasado domingo a lo largo de nueve páginas "una pinza radical contra el Rey", en referencia a la Cope y a los republicanos catalanes.

Hasta ahora, el Gobierno había mantenido que las protestas contra don Juan Carlos eran minoritarias e intrascendentes. "La institución de la Corona está consolidada, goza de muy buena salud y así lo entiende la mayoría de los ciudadanos", dijo el viernes la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. "Los ataques a la Corona son inútiles y estériles, vacíos de contenido y marginales, y no los comparte la mayoría de los ciudadanos", añadió. Ayer, sin embargo, el Ejecutivo dio luz verde a las palabras del Rey en Oviedo.