Bertelsmann paga la última minuta por piratería del original Napster

Napster zanja definitivamente sus problemas legales por piratería seis años después del cierre de su servicio gratuito de intercambio de archivos.

Su accionista mayoritario, el grupo alemán Bertelsmann, ha cerrado la última de las demandas pendientes tras el acuerdo de 143 millones de euros con la Asociación Nacional de Editores de Música de Estados Unidos. Bertelsmann habrá pagado unos 287 millones de euros, el doble de las previsiones de la compañía, para resolver los litigios por violación de derechos de autor de Napster, que adquirió en 2001 con el objetivo de transformar el sistema P2P en una plataforma legal de intercambio de música, aunque con escaso éxito si se compara con el original.

Creado en 1999 por Shawn Fanning (19 años), Napster desestabilizó la industria musical al aglutinar a millones de personas intercambiando canciones gratuitamente a través de su servicio en Internet. En su punto álgido, Napster llegó a reunir a 70 millones de internautas.

Su sistema centralizado, un servidor principal para mantener la lista de personas conectadas y archivos disponibles, facilitó las reclamaciones legales, que Napster no pudo afrontar. A punto de declararse en quiebra, la multinacional, y también discográfica, Bertelsmann, quiso aprovechar la situación de debilidad de Napster para hacerse con este sistema de distribución musical. Consiguió los andamios de la compañía por menos de 8,6 millones de euros, que fueron a parar a los acreedores.

Aquella ganga de 8,6 millones se convirtió en una losa para Bertelsmann que, además de llevarse a su director general por delante, tuvo que pagar cientos de millones en litigios con las discográficas. El gigante alemán no consiguió introducirse en este sistema de distribución musical, y las discográficas tampoco anularon el naciente P2P. Muerto el perro, no se acabó la rabia: a Napster le sustituyeron otros sistemas P2P como Kazaa, eDonkey, eMule, Limewire, LPhant, BitTorrent y un largo etcétera.