La UE exige a Reino Unido y Polonia que cedan para superar la crisis europea

Reino Unido y Polonia mantuvieron ayer sus desafíos frente a la mayoría de países de la UE ante la vital cumbre que hoy se inicia en Bruselas para pactar un nuevo Tratado de la Unión. Un fracaso pondría en peligro el futuro inmediato del proyecto europeo. La canciller Angela Merkel, que preside el club este semestre, está dispuesta incluso a convocar en una semana otra cumbre extraordinaria si la ordinaria concluye con un desastre. España cuenta con media docena de aliados para hacer frente a polacos y británicos, empeñados en aguar al máximo el proyecto constitucional sobre el que se basará el nuevo Tratado.

"Si no conseguimos un acuerdo, sólo habrá perdedores", ha advertido el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, partidario de mantener la esencia del proyecto constitucional. Con esa misma pretensión viaja a Bruselas el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, aliado en esta nueva batalla europea con los primeros ministros de Italia, Luxemburgo, Grecia o Bélgica, países todos ellos que ratificaron la estancada Constitución europea.

A la cita europea acude por última vez Tony Blair, el mandatario europeo que más pegas, y además a última hora, ha puesto a las ideas de consenso expuestas por Merkel. Sobre todo, Blair quiere devaluar la figura del futuro ministro europeo de Exteriores, algo que España considera casus belli. Por el contrario, en esta cumbre se estrena el francés Nicolas Sarkozy, partidario de un minitratado después de que fuera su país el que dejara estancada la Constitución europea tras el triunfo del no en el referéndum celebrado en mayo de 2005. Poco después, fueron los holandeses los que hicieron lo mismo y dieron la puntilla al nuevo Tratado constitucional cuyos principios se intenta ahora salvar.