Los emergentes

Al tratar de encontrar en la historia eventos que podemos denominar de importante impacto globalizador de la economía tenemos que remontarnos al año 1260 con los viajes de la familia Polo, primero en la búsqueda del Gran Khan y luego con los viajes de Marco hacia la actual China con las implicaciones intermedias que ese largo recorrido implicaba para la época. Un segundo evento ocurre en 1492 con el descubrimiento de América y todo lo que vino después con los distintos navegantes.

Una característica de estos procesos globalizadores es que, además de las implicaciones clásicas que recoge la historia de "occidentalización de la forma de vida" con todas sus implicaciones, sobre todo en el segundo de los casos, en lo económico estos eventos se centraron en ampliar la cartera de socios comerciales y en algunos casos el comienzo de la búsqueda de materias primas de gran valor, como es el caso de la seda y el oro.

Por primera vez se produce una verdadera expansión de los avances tecnológicos de forma rápida y generalizada

Un acontecimiento clave en la historia económica de la humanidad, como fue la revolución industrial ocurrido a finales del siglo XVIII, comenzó con una revolución agrícola que permitió financiar la segunda, fue el comienzo de una divergencia entre las economías del mundo ya que las innovaciones y su difusión se circunscribieron a Inglaterra y con rezago a pocos países más, sin generarse un efecto de absorción por parte de otras economías. Este evento impulsó nuevamente la búsqueda de mercados y de otras materias primas.

El cuarto gran evento globalizador es el actual, pero que muestra claras diferencias con los anteriores, ya que por primera vez se produce una verdadera expansión de los avances tecnológicos, con claros impactos en la productividad, mucho más rápidos y generalizados, como nadie habría pensado en el pasado. Las principales ganadoras de este último evento son las economías emergentes. Ahora aportan más del 50% al crecimiento mundial, han triplicado en los últimos años su participación en la economía, manejan activos externos equivalentes al 10% del PIB del mundo y son responsables del 45% del comercio mundial. Todo ello con una senda de recuperación de la renta real per cápita y una disminución de la pobreza en un 30%.

Giovanni di Placido es economista jefe para América Latina y Mercados Emergentes del Servicio de Estudios de BBVA.