Un tinto muy goloso

Hace cuatro años, José Luis Lázaro se dedicaba a elaborar productos de droguería. Hoy elabora vino, y buen vino, tanto en La Rioja como en Somontano. Y lo hace a lo grande, apostando por una imagen de vanguardia. También es admirable su bodega, Irius, aún en construcción, que muestra un espectacular juego de formas rectilíneas culminadas en un gran cubo, obra del arquitecto Jesús Marino Pascual. Allí elaboran un buen blanco de Gewürztramier, y este tinto de sorprendente expresividad frutal que es fruto del buen hacer de un excelente enólogo, Óscar Martínez. El vino se presenta a la nariz con una espectacular oferta de frutas, particularmente mora, grosella y ciruela pasa, matizadas por una ligera presencia de especias y notas tostadas. Muy goloso, la fruta acompaña el paso de boca con una persistencia un poco empalagosa. En resumen, un vino destinado al gran público, comercial pero con un toque de autor.