Leguina y Guerra solicitan al fiscal que investigue las imputaciones de Amedo a Garzón

Once diputados socialistas, encabezados por Joaquín Leguina y José Acosta y entre los que se encuentran Alfonso Guerra y Francisco Fernández Marugán, enviaron ayer sendas cartas al fiscal general del Estado y al presidente del Consejo General del Poder Judicial para que investiguen, cada uno en la esfera de sus competencias, las graves acusaciones que el ex comisario José Amedo hace contra el magistrado Baltasar Garzón en su libro La conspiración.

Amedo atribuye a Garzón una serie de conductas tipificadas como delito mientrasinstruyó el sumario por el secuestro de Segundo Marey por parte de los GAL.

En las cartas, los diputados plantean la misma cuestión: "Una de dos: o es verdad lo que el libro relata o es mentira". En el primer caso, habría que actuar contra el supuesto autor de delitos que los diputados califican como de prevaricación, malversación de fondos públicos, coacciones, amenazas o falsedad en documento público. Si lo que Amedo narra en su libro resultase falso, habría que perseguir y castigar "gravísimas calumnias" contra Garzón, dicen los firmantes de las cartas.

En ambos escritos, los diputados destacan que "lo que más impresiona a cualquier lector" del libro de Amedo "no es la relación de sevicias de todo tipo que se imputan" a Garzón, sino "la verosimilitud del relato, que se convierte, subjetivamente, en veracidad cuando, pasado ya un tiempo más que suficiente, el juez Garzón se niega a contestar las cuestiones planteadas a este propósito por algunos medios de comunicación" y "ni él ni los otros implicados en lo que el libro describe como una trama mafiosa se hayan querellado o hayan hecho el menor movimiento en defensa de su honor".

El ex policía formula graves acusaciones sobre la conducta, en connivencia con Garzón, del entonces vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos; el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, y el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar.