El 9% de los empleados considera ruidoso su trabajo

El consejero vasco de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, reivindicó ayer el derecho de los trabajadores a desempeñar su labor en un entorno "sin ruido" como un paso más en la lucha por mejorar la seguridad y la salud laboral. Azkarraga participó en la Cumbre Europea sobre el Ruido en el Trabajo que se celebró en Bilbao y señaló que el 9% de los trabajadores vascos consideran ruidoso su puesto. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, sesenta millones de trabajadores europeos, uno de cada tres, están sometidos a un ruido excesivo durante, al menos, una cuarta parte de su jornada laboral y se calcula que más de trece millones han sufrido pérdidas auditivas en ese entorno.

Datos del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan) recogidos en su último estudio sobre Salud y Condiciones de Trabajo indican que el el 58% de los trabajadores vascos estima que el ruido en su puesto es "muy bajo", frente al 9% que lo considera ruidoso. Un 7% estimó el ruido elevado y el 2% restante lo calificó de "muy elevado".

El consejero de Empleo resaltó en su discurso que en muchos casos, al tratarse de apreciaciones personales, "se hace difícil identificar una patología, sobre todo cuando la mayoría de los ciudadanos vivimos inmersos en altísimos niveles de decibelios".

Al igual que con la siniestralidad, para Azkarraga la lucha contra el ruido requiere una responsabilidad compartida por parte de trabajadores, empresarios y Administración. "Es obligación de los empresarios crear entornos saludables y cumplir la legalidad en todos los aspectos que atañen a la seguridad. Deben convencerse de que invertir en medios personales y técnicos es la mejor garantía para un futuro mejor", indicó.

El director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Hans-Horst Konkolewsky, explicó que el ruido afecta sobre todo al sector de las manufacturas y la construcción. También genera estrés, problemas cardiovasculares y dolencias en la garganta; y en el caso de las mujeres embarazadas puede afectar al feto. Según Konkolewsky, se trata de la enfermedad profesional más cara debido a las indemnizaciones. En febrero de 2006 entrará en vigor una nueva directiva europea sobre el ruido en el trabajo que limita las emisiones y reduce los máximos permitidos para el trabajador.