El Gobierno ve en Blair el obstáculo para pactar el presupuesto de la UE

El Gobierno considera que la negociación del marco presupuestario de la Unión Europea para el septenio 2007-2013 pasa necesariamente por la reducción del cheque británico y estima que el Reino Unido, sobre todo a la vista de los problemas políticos internos del primer ministro, Tony Blair, es el principal obstáculo para que los 25 lleguen a un acuerdo el próximo 15 de diciembre. Ésta es la idea que el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, transmitió ayer en el Senado.

Navarro se mostró, sin embargo, confiado en que el resultado del Consejo Europeo de diciembre será positivo, entre otras cosas porque el hecho de que bajo presidencia británica no se llegue a un acuerdo precisamente por el polémico cheque -unos 5.000 millones anuales que recibe ese país para compensar la falta de ingresos por agricultura y fondos estructurales- sería muy negativo también para Londres. No obstante, la pugna entre Blair y su ministro del Tesoro, Gordon Brown, agravada tras la derrota parlamentaria de la propuesta del Gobierno de reforma de la ley antiterrorista, hace más difícil cualquier concesión en la negociación financiera comunitaria. Brown se opone tajantemente.

En cuanto a la posición española, Navarro, que ayer intervino en la presentación en el Senado del informe del Tribunal Europeo de Cuentas sobre la ejecución de los presupuestos de la Unión Europea en 2004, reiteró la determinación de Madrid de seguir aportando a la UE menos de lo que percibe hasta el año 2014. Pero advirtió también de que el concepto de saldo neto es en sí mismo "anticomunitario", recordó que España lleva recibidos más de 100.000 millones de Bruselas -"mucho más que cualquier plan Marshall", dijo- y concluyó que "hay que buscar un acuerdo bueno para España, y también para Europa. Hace falta mucho sentido común", recomendó finalmente.

Fondos para I+D

El secretario de Estado destacó, por otra parte, la propuesta española de que los fondos comunitarios para I+D no se distribuyan únicamente en función de la "excelencia" de los proyectos presentados, como ocurre ahora, sino con criterios de cohesión, que primen el desarrollo tecnológico de los países menos avanzados.

Ese fondo de cohesión tecnológico, explicó, es un instrumento necesario para que la financiación no vaya siempre a los mismos grandes centros. Es también el elemento compensatorio imprescindible de la propuesta británica de que el 65% de lo cobrado por cohesión se dedique a los objetivos prioritarios de la Agenda de Lisboa, comenzando por el desarrollo tecnológico. España, precisó Navarro, espera de este modo que la UE financie un tercio del presupuesto del centro de investigación con sede en Braga, que España y Portugal acordaron crear en su cumbre bilateral del sábado.

En cuanto a la revisión de los gastos que propone Blair, el secretario de Estado señaló que España no se opone a ella, pero siempre que sus efectos se dejen sentir sólo a partir de 2014. Y por lo que se refiere a los ingresos comunitarios, insistió en que el llamado cheque británico "no tiene hoy ninguna justificación". "Ésta es la llave de la negociación", agregó el secretario de Estado para Asuntos Europeos.