Los sondeos vaticinan una segunda vuelta en las presidenciales chilenas

La campaña electoral chilena entró en su tramo final en la noche del miércoles, con el último debate entre los cuatro candidatos a la presidencia, mientras las encuestas más recientes indican que la candidata de la coalición gobernante de centroizquierda, Michelle Bachelet, necesitará de una segunda vuelta en enero para ser elegida sucesora del presidente Ricardo Lagos.

A tres semanas de la elección, el debate fue transmitido por los principales canales de televisión y seguido por más de cinco millones de personas. Avivó el interés una encuesta conocida la víspera, del Centro de Estudios Públicos, que muestra una bajada de seis puntos en la intención de voto para la socialista Bachelet (del 45% al 39%), aunque sigue muy por delante de sus dos contrincantes más próximos, ambos de la derecha, el millonario Sebastián Piñera (22%) y el ex alcalde Joaquín Lavín (21%).

El desempeño de los candidatos fue parejo, según los analistas, y todos mejoraron respecto al primer debate. Sin embargo, un sondeo telefónico de una empresa encuestadora de la derecha dio como ganadora a Bachelet (35,6%), seguida por Lavín (23,3%), Piñera (21,6%) y el representante de la coalición de la izquierda, Tomás Hirsch (5,2%). Con un formato negociado, en el debate casi no hubo discusión directa entre los candidatos. Las preguntas se concentraron en materias económicas y sociales. Todos coincidieron en rechazar la ley con la que Perú quiere modificar la delimitación marítima con Chile. A diferencia del primer debate, Bachelet defendió con vigor el Gobierno de Ricardo Lagos, dijo que está "orgullosa" de haber sido parte de éste (fue ministra de Salud y de Defensa) y sostuvo que las mejoras en los indicadores sociales permiten seguir avanzando en la reducción de la desigualdad. Ratificó que su programa no prevé el matrimonio homosexual.

Los candidatos de la derecha buscaron diferenciarse y dejar sentada la imagen que serán el rival de Bachelet en la segunda vuelta. Lavín, que se presenta por segunda vez a las presidenciales, planteó que debiera "haber más Dios en la sociedad chilena" y criticó a Lagos por no cumplir su promesa de impulsar un crecimiento con igualdad. Piñera apeló al apoyo de los votantes de centro y dijo que el tiempo de Lavín ya pasó, sin nombrarlo. Hirsch criticó el modelo económico y a los postulantes de la derecha.

Otra encuesta, del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, amplió la ventaja en Santiago de Bachelet sobre Lavín y Piñera y ratificó que habrá segunda vuelta, mientras asignó un 7% a Hirsch.