Shakespeare y otros clásicos, vistos por nuevas miradas

Esta edición del Festival de Otoño, que cuenta con una programación coherente y sólida, ofrece algunos grandes cracks del teatro mundial contemporáneo: los últimos shakespeares que han puesto en pie el director lituano Eimuntas Nekrosius, Georges Lavaudant con el Teatro de Europa-Théâtre Odéon, la compañía Proppeler y el director británico Simon McBurney, que acude con Mesure for mesure (Medida por medida) (teatro de Madrid, del 20 al 22 de octubre) con el National Theatre y su incuestionable compañía Complicité, con la que subyuga a los espectadores de medio mundo, incluidos los de Madrid en 1994 y Barcelona en 1995 y 2001.

Nekrosius ofrece por primera vez la posibilidad de ver su trilogía shakespeariana (teatro María Guerrero, del 15 al 22 de octubre). Más de doce horas de gran teatro montado con su compañía Meno Fortas, con la que ha puesto en pie Macbeth, Othello y Hamlet, esta última obra protagonizada por Andrius Mamontovas, una estrella de la canción acostumbrada a abarrotar estadios de fútbol con su nuevo rock lituano.

El francés Georges Lavaudant ofrece La rose et la hanche (La rosa y el hacha), una versión de Carmenlo Bene del shakespeariano Ricardo III en la que trabajan de actores el propio director y Ariel García Valdés, actor y director español hijo de exiliados.

Hombres

Pero aún hay más shakespeares. La compañía inglesa Propeller se verá por primera vez en Madrid con Cuento de invierno, dirigido por Edward Hall. Una formación escénica reconocida en su país en la que sólo trabajan hombres, como en tiempos de Shakespeare, y en la que mezclan un enfoque riguroso del texto con una estética física moderna.

También con un texto británico del siglo XVII, The changeling, de Thomas Middleton y William Rowley, acude Dan Jemmet, uno de los directores más interesantes del teatro europeo, al que ya se vio en el Festival de Otoño de 2002 con un delicioso shakespeare, Shake (adaptación de Noche de reyes), hace cinco años.

Jemmet ha llamado a su adaptación de este clásico Dog face (teatro de La Abadía, del 20 al 23 de octubre), toda una visión extravagante e incluso cómica (humor negro y sangriento) de la tragedia jacobina clásica, que ya hiciera en Francia en 2003 y que ahora ha montado con Quantum Theatre, una compañía de teatro experimental americana con la que acude a Madrid.

Para portadores del gran legado clásico francés, nadie mejor que la Comédie-Française. Llega con Le menteur (El mentiroso), de Pierre Corneille (teatro de la Zarzuela, del 21 al 23 de octubre) puesto en pie por Jean-Louis Benoit y espectáculo que muchos consideran como de los mejores de esta compañía.