El juez absuelve a los 16 'okupas' acusados de irrumpir en una nave abandonada de Lavapiés

El Juzgado de lo Penal 5 de Madrid ha absuelto a los 16 okupas acusados de irrumpir en la noche del 9 de febrero de 2002 en un edificio abandonado de la calle del Amparo, 103 (Lavapiés), y de convertirlo en una especie de laboratorio cultural.

El juez los absuelve porque no ha quedado acreditado que los 16 acusados hayan morado en esa nave y porque, además, no fueron los únicos que entraron en ella. Junto a ellos, decenas de personas acudieron al juzgado y se autoinculparon de intervenir en la okupación. El juez señala que el Código Penal castiga la usurpación como posesión efectiva de un inmueble y que tal extremo no ha quedado probado en el caso de las 16 personas imputadas. Entiende que, al tratarse de un edificio abandonado y no habitado, se debe acudir al principio de intervención mínima del derecho penal. Para acreditar el abandono de la nave, el juez se ha basado en fotografías que constan en los autos.

En el juicio, los dueños de la nave señalaron que dentro de ella había una vivienda ocupada por un vigilante. Basándose en el testimonio del guardia, el juez indica que éste se marchó de allí siete meses antes del acto de ocupación y que la antigua imprenta del local desapareció hace casi veinte años. Los acusados señalaron que nunca vivieron en el edificio, sino que lo visitaban de vez en cuando para las actividades que desarrollaban.

La acusación particular solicitó en la vista 50 euros de multa durante 180 días (9.000 euros en total) para cada uno de los 16 acusados de ocupar el edificio y convertirlo en el Laboratorio 3, un centro social y juvenil que acogió durante 16 meses actividades como teatro, cursos y debates. La pena solicitada por el fiscal fue 10 veces menor: 900 euros en total. En caso de no hacer frente al pago de las sanciones, los acusados deberían pasar tres meses en la cárcel, según las acusaciones. Las defensas pidieron la absolución.

El llamado Laboratorio 3 fue la tercera sede del centro social y cultural del movimiento okupa. Fue ocupado en febrero de 2002 y desalojado 16 meses más tarde. Antes, el laboratorio estuvo en sendos inmuebles de la calle de Embajadores y la plaza de Cabestreros.