Nace la KTM del cuarto de litro

Lo bueno se hace esperar. Finalmente será Donington Park donde rodará hoy, por primera vez en carrera, una KTM de 250cc. Primero debía ser el día 15 en Le Mans, donde la marca austriaca mostrara su nueva máquina de 250cc. Pero su puesta de largo se aplazó hasta Mugello. En tierras italianas, el ingeniero jefe de las motos naranjas, el austriaco Harald Bartol, decidió posponerlo hasta Assen y, en Holanda, fijó el Gran Premio de Gran Bretaña como el día D. Hoy sí se verá al australiano Anthony West [partirá desde la quinta línea de la parrilla] agarrado al semimanillar de la esperada KTM. Tras la caída de Mika Kallio en Mugello,

[rodó por el asfalto en la última vuelta y se llevó por delante a Héctor Faubel] los esfuerzos de Bartol se centraron en recuperar las riendas en la menor de las categorías mundialistas. "Nos estamos jugando el campeonato de 125cc", declara Bartol. "Por eso se ha demorado la aparición de la moto de 250cc. El proyecto de 125cc ha ocupado la mayor parte de mi tiempo", se justifica el ingeniero austriaco. Ahora la moto ya está lista. A principios de mes, West circuló con ella en el circuito de Vallelunga. El motor de la nueva KTM es el componente más innovador. A diferencia de las Aprilia o las Honda, cuyos cilindros están colocados en V, los de la KTM forman en paralelo, longitudinalmente. Ello se traduce en numerosas ventajas a la hora de buscar la puesta a punto más óptima. En los motores en V, los cilindros tienen un comportamiento distinto dependiendo de su ubicación. Además, al igual que sus hermanas menores, las máquinas de 250cc montarán un sistema de inyección electrónica. La utilización de la electrónica en la inyección conjuntamente con los carburadores, permite regular la aportación de mezcla, exactamente cuando se precisa y el carburador no lo permite.

Las KTM de 125cc tienen uno de los motores más potentes de la categoría y han sido las más veloces a lo largo de toda la temporada. El trazado de Donington, con dos partes muy diferenciadas, es idóneo para que muestren el poderío que atesoran. "Hacer una moto competitiva conlleva tres años de trabajo", dice Bartol, en su día encargado del proyecto que devolvió a Derbi a la primera línea de competición.