El precio de elegir una habitación firmada por un alarife notable
Pasar una noche en una de las habitaciones de este hotel de cinco estrellas y gran lujo cuesta 240 euros, siempre y cuando el huésped no elija una planta determinada para hospedarse. Si decide optar, un suponer, por alojarse en la planta segunda, ideada por Norman Foster -que ayer recibía los penúltimos retoques para su entrada en funcionamiento-, el precio por la estadía será de 300 euros, según explica una portavoz de la cadena catalana Silken, propietaria del inmueble, que inició su andadura en hoteles de diseño con el Dómine de Bilbao.
Cada planta tiene 28 habitaciones de unos 27 metros cuadrados de superficie, más dos de mayor tamaño, junior, situadas en cada uno de los extremos de las dos alas del hotel. Si el inquilino opta por residir en una de sus amplias suites, que se despliegan en el ático, recibirá una factura de entre 1.200 y 1.800 euros.
Llaman la atención detalles como la ausencia de terrazas en las habitaciones, que consiguen su diafanidad gracias a acristalamientos continuos. Otro detalle, apreciable en casi todos los aposentos, es la ausencia de piletas en las duchas, que se ven sustituidas por imperceptibles rampas que declinan el agua hacia pequeñas incisiones, apenas visibles en su extremo junto a los muros.
No faltan elementos de confort oriental que abarcan desde la cromática claroscura hasta las celosías con cuadrículas al igual que las bañeras, en madera al modo nipón.
Rasgo común es la continuidad de dormitorios y servicios sin paramentos interpuestos. En algunos casos, las demandas de los hospedados en solicitud de desayuno o del usual no molesten surgen sobre las puertas de sus habitaciones desde proyectores luminosos que así las anuncian.
El mobiliario registra una gama de tipologías variadas, con sofás de estilo coconut o grandes pantallas de lámparas de mesa, izadas hasta el techo de un diáfano restaurante. Un deambulatorio salpicado de salas polivalentes, unitarias y reversibles, circunda la parte posterior del hotel, sobre la calle del Corazón de María.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Mueren un hijo menor y su padre intoxicados por humo en una vivienda de un pueblo de Palencia
Montero sobre la gestión sanitaria en Andalucía: “Moreno quiere coquetear con el copago”
El Papa lamenta en su mensaje de Navidad el sufrimiento de la población de Gaza
Las princesas Beatriz y Eugenia de York se unen a la Navidad real en Sandringham tras el año funesto de sus padres por el ‘caso Epstein’
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith




























































