Grau suspende los derribos en El Cabanyal hasta la resolución judicial tras enviar de nuevo a los obreros

El primer teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, afirmó ayer que ha dado "instrucciones" para que no se retomen las demoliciones en el barrio de El Cabanyal hasta que exista un nuevo pronunciamiento judicial en relación con la licencia que suspendió cautelarmente un juzgado la semana pasada para una de las casas afectadas. Grau aseguró que le importa "poco" esperar 15 o 20 días más para demoler los edificios en los que se abrirá la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, y que evitará "caer en la provocación" que atribuye a los vecinos opuestos al plan del equipo de gobierno del PP. Sin embargo, ayer mismo los trabajadores enviados por la empresa municipal Aumsa intentaron derruir otra casa y desistieron de su tarea ante las protestas vecinales, según explicó el propio Grau.

Salvem El Cabanyal, que el lunes impidió junto a otros vecinos que se tiraran dos inmuebles del entorno declarado Bien de Interés Cultural, negó haber promovido ayer ninguna actuación de protesta.

El Ayuntamiento presentó ayer una denuncia, firmada por Grau, por los delitos de "usurpación y coacciones". La denuncia se dirige contra Faustino Villora, portavoz de Salvem El Cabanyal, el grupo de jóvenes "que se negaron a identificarse" y ocuparon uno de los inmuebles y ayer continuaban allí, según Grau, y contra las personas que determine la investigación. El teniente de alcalde subrayó que Villora y varios vecinos entraron en una de las casas "con clara intención de impedir los trabajos", un acto que considera violento, un "atropello de la ley".

Grau insistió en que la paralización cautelar decretada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Valencia sólo afecta a un inmueble, y rechazó de nuevo que deba extenderse a otras licencias concedidas. Salvem El Cabanyal ha pedido al juzgado que suspenda también estas licencias. Ayer, "ningún juzgado" había comunicado al Ayuntamiento la extensión de la primera denuncia al resto de edificios, dijo Grau.

El portavoz socialista, Rafael Rubio, acusó a Grau de querer "radicalizar la convivencia política" al calificar de "sospechosa" la presencia del concejal Francisco Carsí en una protesta vecinal en la que "no hubo ningún acto violento". El dirigente del PSPV también señaló que la decena de licencias de derribo en El Cabanyal emanan del mismo informe municipal que afectan al derrumbamiento suspendido por el juzgado. Aplazar las demoliciones "es un tema de oportunidad y conveniencia", añadió Rubio.