El siglo XX desde cuatro esquinas
Lo real. Lo comprobable. Y a partir de ahí mundos de ficción zurcidos con sutileza, ironía, humor negro, descaro o sofisticación. Realidades, sí, pero también los sueños como lo más real que existe. De vidas e historias amamantadas en Norteamérica y atravesadas cada una y unidas unas con otras por los amores y sus meandros hacia todas partes. Eso es lo que logran cuatro escritoras cuyos textos recorren todo el siglo XX literario, a través del cual reflejan el siglo real. No tanto del convulso y que es noticia, sino de aquel en el cual se refleja y repercute, en los seres o situaciones donde deja su herencia día a día, persona a persona, sociedad a sociedad.
Una mirada diagonal a la centuria pasada que se abre con la clásica Dorothy Parker (1893-1967). Con su siempre bienvenida ironía, mordacidad y penetrante trazo de la sociedad estadounidense en unos relatos en los que está presente su disconformidad por el trato dado a la mujer, por ejemplo. Y, claro, Nueva York, su Nueva York ungido de cosmopolitismo y oropel. La segunda mirada la ofrece Mary McCarthy (1912-1989) a través de una novela recuperada sobre un grupo de amigas que se enfrentan a su futuro, a la vida adulta, ¿independiente? La mujer en los tiempos en que todo empezaba a cambiar, sobre todo para ellas, los años treinta.
La canadiense Margaret Atwood (1939), que ha abarcado con sus variados registros literarios problemáticas y preocupaciones presentes y futuras, se detiene en esta ocasión en la historia de un personaje que se ha aislado. Atwood, entonces, se asoma a los sucesos que han llevado a este ser a esa situación, resultado del entorno, del mundo, lleno de desencanto donde la felicidad es una competición. Algo parecido a lo que muestra Lorrie Moore, la más joven de las cuatro escritoras aquí reunidas, y que pertenece a las nuevas generaciones. Moore no trata la felicidad de frente pero la bordea todo el tiempo ya sea como búsqueda o como manera de esquivar la infelicidad. Este libro son cuentos que hablan de gente corriente, de vidas corrientes en mundos que claman todo lo contrario.
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