Zapatero y Rajoy ahondan sus diferencias sobre el modelo de Estado

El secretario general del PP, Mariano Rajoy, mostró ayer con una frase el endurecimiento de su oposición al Gobierno socialista tras reunirse durante una hora con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa: "He entrado preocupado y he salido muy preocupado". Después remachó: "El presidente del Gobierno no sabe adónde va". Zapatero, por su parte, pidió a Rajoy que no se aísle del debate territorial abierto con las reformas estatutarias en marcha y con las modificaciones de la Constitución que impulsa el Ejecutivo socialista.

Rajoy expresó el rechazo de su partido a que la reforma de la Constitución establezca diferencias en la denominación oficial de las 17 autonomías, tal y como ha planteado el Gobierno catalán. También negó su apoyo a la reforma legal que estudia el Ejecutivo socialista para introducir la posibilidad de veto autonómico en iniciativas legales aprobadas en el Congreso que afecten a hechos diferenciales de las comunidades.

Zapatero le ofreció un pacto de Estado sobre inmigración que incluya una regularización extraordinaria de inmigrantes que presenten una oferta de trabajo, pero no obtuvo respuesta. El Partido Popular lo estudiará.

Rajoy expresó su convencimiento de que España no necesita abrir un proceso de reformas de estatutos de autonomía, aunque aseguró que su partido participaría en las ponencias que se creasen en los parlamentos regionales y en la que deberá estudiar la reforma de la Carta Magna.

Sólo en el apoyo a la Constitución europea estuvieron de acuerdo los dos principales líderes políticos del país. Los socialistas interpretaron que la visita de Rajoy al presidente sólo perseguía "aumentar la crispación" con vistas al Congreso del Partido Popular.