World Expo Fórum 2004 (2)

Mi segunda visita a la World Expo del Fórum fue un domingo. Disfruté de dos espectáculos a escala humana, el Circus Akal de Etiopía y el Viaje al infierno, del Bosco. No había colegiales sino turistas y gente de la ciudad, pero también me encontré entre gente que se lo pasaba bien. Un actor en motocicleta llegó y nos dividió en dos grupos, los del norte y los del sur. Nos pide enviarnos besos y gritar que no queremos más refugiados. Es el primer atisbo, aunque sea superficial, de que además del esparcimiento, se busca hacernos pensar en la paz, la diversidad y la sostenibilidad, lo que me lleva a preguntarme: ¿cómo se pasa de una cosa a la otra?

Buscando respuestas, me entero de que en el caso de los estudiantes, antes de ir al Fórum y después de hacerlo, tienen sesiones en que se analiza cómo están reflejados los tres ejes temáticos en las actividades del recinto. Pero, para el resto de los visitantes, este espacio no parece existir.

En los diálogos, tan llenos de posibilidades, descubro iniciativas interesantes. En una sesión sobre turismo y paz de Hacia un Mundo sin Violencia, se nos explica cómo hacer parques temáticos que dejen ideas y debate y cómo promover un turismo para la paz. Una ONG tiene un barco, el Peace Boat, con el que lleva gente a visitar diferentes ciudades y países para conocer, entender y resolver conflictos. Buscan con el viaje turístico crear un espacio de encuentro entre las personas a partir de tres orientaciones: conocimiento previo al viaje sobre la historia del lugar; reuniones con sus habitantes, e intercambio cultural y actividades lúdicas.

¡Lástima que en el Fórum el espectáculo y los diálogos sean dos mundos tan separados!