Evacuados 200 vecinos en la Costa da Morte por un incendio forestal

Unos 200 vecinos de una aldea de la localidad de Ézaro, en la Costa da Morte (A Coruña), fueron evacuados anoche de sus casas ante el peligro de un incendio forestal de grandes proporciones. El fuego se había iniciado en la madrugada de ayer y en las primeras horas ya obligó al desalojo de algunas viviendas. Al atardecer ya parecía controlado, pero el viento del nordeste se recrudeció por la noche y avivó las llamas.

La evacuación fue ordenada ante el riesgo de que la espesa humareda proveniente de la masa forestal quemada afectase a la salud de los vecinos. En esa zona, tradicionalmente muy castigada por los incendios y donde confluyen los municipios coruñeses de Dumbría, Carnota y Cee, trabajaban anoche tres helicópteros y brigadas de extinción en tierra con equipos motobomba y palas. Las autoridades locales informaron de que las llamas habían devastado una amplia zona de bosque, pero, de momento, no se han facilitado cálculos oficiales sobre la superficie quemada.

El incendio se había iniciado sobre las 2.30 del martes. Los servicios de extinción no acudieron hasta el mediodía, según denunció el alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño. La Xunta alegó que los medios estaban dedicados en ese momento a la extinción de otros fuegos que ayer, favorecidos por el viento, las altas temperaturas y la sequía de las últimas semanas, se desataron en toda Galicia, especialmente en la provincia de A Coruña. Según Pequeño, el incendio fue premeditado y se extendió rápidamente avivado por vientos de hasta 90 kilómetros por hora. Las llamas llegaron arrasar una vivienda abandonada, obligaron a desalojar algunas casas y alcanzaron incluso al paseo marítimo de Ézaro. El incendio también dejó inutilizado una parte del servicio telefónico de la localidad. "Ha sido un milagro que no haya sucedido ninguna desgracia personal", declaró el alcalde. "No ha pasado nada porque Dios no ha querido".

A última hora de ayer también proseguía otro incendio en la zona de la Costa da Morte, en el municipio de Vimianzo. La proliferación de fuegos en los bosques de A Coruña desbordó la capacidad de respuesta de los equipos de extinción, que tuvieron que recibir refuerzos de otras provincias.