Tres veces más en 2050

En su coche oficial, en los atascos de Manhattan o de camino a Albany, la capital del Estado de Nueva York, el gobernador George Pataki estudia español. Desde hace meses, no desaprovecha ocasión para mostrar sus progresos ante la prensa hispana. El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, que espera volver a ser reelegido en 2005, ha contratado una profesora para mejorar los rudimentos del idioma que hablan sus votantes potenciales. Aquí, como en muchas otras partes de EE UU, "el único reto hispano", por retomar el título del artículo de Huntington, es el de asimilar en la política y la economía los millones de inmigrantes que cada año pagan miles de dólares para regularizar su situación e integrarse en el país.

Los últimos datos del censo, publicados hace unas semanas, confirman el enorme crecimiento de la población latina en las próximas décadas. Según las previsiones de Washington, el número de hispanos se triplicará de aquí a 2050. Con 103 millones de personas, los latinos representarán el 24% de la población estadounidense (ahora son el 12.6%). Junto con los asiáticos, que también registrarán un crecimiento exponencial, provocarán un cambio radical en el equilibrio étnico del país: los blancos, mayoría en 2000, rozarán la minoría (50%) en 2050.

Pero el panorama demográfico no será tan claro. Los expertos hablan de mezcla, no de enfrentamiento. "Las proyecciones calculan que las mujeres hispanas tendrán niños hispanos y nietos hispanos; ya no es cierto", declaró al USA Today Jeffrey Passel, un especialista en inmigración del Urban Institute de Washington. Las actuales categorías étnicas no bastarán para definir las mezclas en la población. "No creo que tengan mucho sentido en 2050", comentó, Audrey Singer, analista del Instituto Brookings.