Una toxicómana que abandonó a su hijo recién nacido, condenada a 4 años

Una mujer aceptó ayer cumplir cuatro años de privación de libertad por el abandono de su hijo recién nacido en la zona de Las Cañas de Valencia el pasado 24 de diciembre. Raquel Tornero, de 31 años, toxicómana, dio a luz de madrugada y, cuando abandonó al bebé, le arrancó el cordón umbilical sin atarlo. Fue hallado horas después y sobrevivió. El fiscal rebajó la pena de ocho años a cuatro porque ella no era consciente de lo que hacía.

La mujer llegó ayer a la Audiencia de Valencia vestida con un chándal color gris claro y con capucha, con la que intentó taparse la cara. Casi una hora después de lo previsto, a las 11.00, la acusada entró en la sala ante el desconsuelo de su madre y quince minutos después quedó sentenciado el caso. El fiscal modificó la calificación original en la que pedía ocho años por un delito de homicidio en grado de tentativa por una pena de cuatro años por asesinato en grado de tentativa, al que se aplicaría la eximente muy cualificada de drogadicción. Raquel aceptó los cuatro años, en los queda también inhabilitada para el ejercicio de la patria potestad.

El fiscal, en su relato de los hechos, hizo especial énfasis en que la acusada no sólo abandonó al bebé nada más nacer sino que decidió que muriera, arrancó el cordón umbilical y lo dejó sin atar con el único objetivo posible de que el bebé muriera, aunque no fuera la intención consciente. Consta para el fiscal que los hechos ocurrieron después de la 1.30 del 24 de diciembre. Raquel parió entre las cañas, pero cerca de uno de los caminos que discurren por esa zona, conocida como hipermercado de la droga. Después de dar a luz, la joven abandonó al bebé y se fue del lugar. A primera hora de la mañana, unos vecinos que salieron a pasear a su perro encontraron al pequeño, aún con vida. Pocos días después ella, cuya vida había transcurrido en los últimos años entre las mismas cañas en las que abandonó a su hijo -dada su adicción a la heroína-, fue detenida por la Policía Nacional. Confesó los hechos y el juez de guardia decretó su ingreso en prisión, donde permanece desde entonces.

El pequeño, después de ser atendido por los servicios médico, pasó a estar bajo la tutela de los servicios sociales, según fuentes del tribunal. Las mismas fuentes explicaron que el bebé continuará bajo la custodia de la Generalitat y será entregado, posiblemente, en régimen de acogida. El fiscal del caso dijo al terminar el juicio que "cuando pasen los cuatro años, ella podrá intentar recuperar la patria potestad sobre el bebé".

El ministerio público consideró a la hora de valorar los hechos el agravante de parentesco pero valoró en mayor medida el atenuante muy cualificado de drogadicción porque Raquel es consumidora habitual de sustancias estupefacientes desde hace al menos diez años. Para el fiscal ésa ha sido la razón principal para rebajar la pena inicial, dado que no fue consciente de lo que hacía y podría ahora corregir su adicción. Según fuentes de la sala, la mujer no discutió ninguno de los extremos del fiscal y simplemente aceptó la condena.