En contra del cierre del cine Maldà

El miércoles nos despertamos con la muy triste noticia del cierre del cine Maldà de Barcelona. Este cine era el único testimonio que quedaba en la ciudad del cine de verdad, del cine de autor, especialmente español y europeo, sin excluir el cine americano independiente, o de más calidad, lejos del cine comercial que nos inunda por todos lados. Aparte de unas pocas y gloriosas excepciones (Meliès, Verdi, Renoir, Urgell, Aribau, Coliseum, Club Coliseum, etcétera), en Barcelona ya sólo nos quedan las multisalas, tan impersonales y tan comerciales. En un momento en que tanto se reclama el respeto por la multiculturalidad, por la diferencia, pensamos que hay que hacer algo para que el cine Maldà vuelva a abrir sus puertas.

Se entiende que hay que cumplir con la normativa de seguridad si las medidas que hay no son suficientes. ¿Con tantas subvenciones como se conceden a empresas privadas, no se pueden ayudar a los propietarios del cine para que se puedan hacer las obras necesarias para adaptarse a las normas de seguridad? Seguro que los clientes habituales del cine lo agradecerán.