Agricultura reconoce limitaciones para controlar el alza de los precios de los alimentos

El subsecretario de Agricultura, Manuel Pacheco, reconoció la existencia de una desconexión entre los precios en origen y destino de los productos alimentarios al término del pleno del Observatorio de Precios de los Alimentos, celebrado ayer. Pacheco insistió, sin embargo, en las escasas posibilidades de su departamento para actuar de forma directa en la formación de los precios. Frente a este planteamiento oficial, todo el sector agrario reclamó al Ministerio de Agricultura una actuación más firme para controlar el proceso. Los representantes del sector de distribución no entraron en el debate.

La celebración del Observatorio ha coincidido con el debate abierto por la fuerte subida de los precios de los productos alimentarios y, sobre todo, por los elevados márgenes comerciales. Sin embargo, frente a las expectativas acerca de que se pudiera adoptar alguna decisión, el pleno ha confirmado que el Observatorio es sólo un organismo de estudio, con escasas posibilidades de propuesta y sin ningún peso para actuar. Este Observatorio ya detectó el año pasado que los precios de los alimentos estaban disparados y después de debatirlo no se tomó ninguna medida.

En el pleno de ayer, Agricultura puso sobre la mesa algunos datos en los que se demuestra la falta de relación entre los precios en origen y los pagados en destino. De acuerdo con esos datos, el subsecretario Manual Pacheco, que preside el Observatorio por razón de su cargo, no tuvo problemas en reconocer la existencia de una desconexión entre ambos precios, pero se cuidó mucho de indicar dónde se hallaba el problema. Eso sí, advirtió que era prematuro señalar la existencia de prácticas contrarias a la competencia, como han denunciado las organizaciones agrarias.

Doble etiquetado

El subsecretario se limitó a comunicar el encargo de varios estudios para conocer en profundidad dónde se hallan los problemas. Como nuevas actuaciones, señaló un mayor apoyo a las comisiones de trabajo del Observatorio que funcionan para cada producto y estudiar la posibilidad de un doble etiquetado en los productos agrarios, con el precio de compra en origen y el de venta en destino. No se trata de una idea nueva, sino de un viejo proyecto intentado también en Francia, cuya viabilidad se consideró compleja hace varios años. Otra iniciativa es mejorar la página web de precios en origen. Pacheco se escudó en los trabajos que ya se están desarrollando desde el Servicio de Defensa de la Competencia.

Frente a estos planteamientos y propuestas, las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG y la Confederación de Cooperativas coincidieron en denunciar la pasividad de la Administración para actuar sobre el proceso de la formación de los precios. En su opinión, se sabe exactamente dónde se hallan los problemas, por lo que instaron al ministerio a pasar de los trabajos de las comisiones a adoptar medidas de control para una mayor regulación del mercado, incluyendo una mejora de estructuras.Los consumidores reclamaron más información. Los grupos de distribución, representados por Asedas y Anged, se limitaron a señalar su disposición a colaborar, pero sin poner, como viene siendo habitual, un solo dato sobre la mesa.