Lula recibe el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación como "símbolo de esperanza"

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (Pernambuco, 1945), líder del Partido de los Trabajadores y primer obrero y sindicalista que alcanza la dirección política de su país, fue galardonado ayer en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. El jurado, integrado por políticos, financieros, empresarios, diplomáticos y miembros de la Iglesia y de la comunidad científica, galardonaron en la persona de Lula da Silva "un admirable pasado de lucha por la justicia", pero también su condición de "símbolo de una gran esperanza".

El fallo destaca también que el presidente brasileño es "el impulsor de unas actitudes políticas llenas de buen sentido". El galardón, dotado con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró, le será entregado en octubre en Oviedo por el Príncipe de Asturias. Lula es el segundo presidente brasileño que obtiene esta distinción. Hace tres años, en 2000, la recibió Fernando Henrique Cardoso.

El acta del premio justifica la concesión del premio a Lula por su "trayectoria política y personal en defensa de los trabajadores y en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción, que tanto han hecho sufrir a los desheredados de su país y del mundo en general", pero también a "su voluntad de establecer puentes de cooperación entre los países del Cono Sur, entre América y Europa, proponiendo un Foro Internacional de lucha contra el hambre".

La candidatura de Lula, que desde la primera sesión deliberadora captó el apoyo de un sector muy amplio del jurado, se impuso por "práctica unanimidad", según fuentes del mismo. La propuesta del presidente brasileño para este galardón partió del rector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, y del de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP), José Luis García Delgado, que lo avaló para el Premio de la Concordia, que se fallará en septiembre. Estas iniciativas contaron con la solidaridad de una treintena de universidades iberoamericanas y españolas, del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado y del mundo sindical y financiero, como el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y de los banqueros Emilio Botín y José Oliu Ceus, presidentes del Santander Central Hispano y del Sabadell, respectivamente. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, expresó ayer su satisfacción por la concesión del premio a Lula.

El ex primer ministro portugués Francisco Pinto Balsemão interpretó el premio como un "estímulo, una esperanza y una prueba de confianza en el presidente Lula". El ex presidente del Gobierno español Leopoldo Calvo-Sotelo, que presidió las deliberaciones, afirmó: "Se ha premiado una esperanza, de la que está muy necesitada el subcontinente de América del Sur, pero es una esperanza muy fundada por su trayectoria y por los primeros pasos que ha dado en la presidencia de su país, fortaleciendo lazos con Mercosur y a los dos lados del Atlántico".