Rainiero niega haber echado a Estefanía

Raniero de Mónaco salió el jueves al paso de las versiones periodísticas de que ha echado de palacio a su hija menor, Estefanía, harto de los supuestos idilios de ésta con miembros del personal de la mansión y, de nuevo, con un artista de circo. Ante estas informaciones, el Palacio del Principado emitió un comunicado en el que desmiente tales alegaciones, "carentes de todo fundamento" y que tienen como objetivo "atacar" a Raniero y a su familia. Tras lamentar la difusión de informaciones "erróneas" por parte de una prensa "sensacionalista", el Palacio subraya que la princesa Estefanía "asume plenamente las responsabilidades públicas y privadas que la conciernen". La noticia a la que hace alusión el Principado acapara la portada del último número de la revista París Match, con el título 'Estefanía, echada de palacio, sus últimas hazañas amorosas indignan a Raniero'. Según el semanario, el pasado día 8 Estefanía, con los ojos enrojecidos, llegó con sus tres hijos a la recepción de un hotel y se instaló en una suite de 800 euros la noche "con vistas al palacio" monegasco. La gota que habría colmado la paciencia del príncipe Raniero sería que, tras los romances de su hija menor con un mayordomo y un jardinero de palacio, ésta mantendría ahora un idilio con un miembro del grupo de acróbatas portugués Pere Brothers, a los que precisamente Estefanía entregó un premio, Clown de plata, en 2001 durante el Festival del Circo de Mónaco. Además, el equilibrista trabaja ahora en el circo de un antiguo novio de Estefanía, el domador de elefantes Franco Knie, con quien la princesa convivió en una lujosa caravana junto a sus hijos. Rainiero, quien "siempre ha demostrado total indulgencia" con su hija pequeña y cuya paciencia con Estefanía ha sido la de "un santo" con la esperanza de que ésta alcanzara un día el equilibro, es ahora "un padre totalmente desarmado que experimenta un sentimiento de fracaso", agrega la revista. Por ello, un Raniero "fatigado" le pudo haber dicho a Estefanía que no quería verla, "al menos de momento", tras lo cual la princesa abandonó palacio con lágrimas en los ojos. Cuatro días después de refugiarse en el hotel, Estefanía emprendió viaje a Suiza para encontrarse con su nuevo amor, en lo que algunos ven una artimaña de la princesa por desatar los celos de Franco. Pero ha regresado de nuevo al hotel monegasco y ahora, según la publicación, queda por ver si, como cada año, Estefanía esconderá en el jardín de palacio junto a sus hijos los tradicionales huevos de Pascua, decisión que "sólo corresponde tomar al príncipe Raniero", según el semanario francés. La llamada prensa del corazón española publica esta semana la crisis monegasca.-