La Sinfónica de Euskadi da cuatro conciertos en destacadas salas de Alemania y Suiza

La Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) encara a partir del próximo domingo, junto al reconocido cellista letón Mischa Maisky, uno de los retos artísticos más importantes de su historia. Ese día iniciará en la Kultur-und Kongresszentrum (KKL) de Lucerna una gira de cuatro conciertos que le llevará a algunas de las salas europeas más codiciadas por los músicos: la Herkulessaal, de Munich, la Tonhalle de Zurich y la Graf Zeppelin Haus de Friedrichshafen.

"Será una gira pequeña pero de alta calidad", dijo ayer en San Sebastián Gilbert Varga, director musical de la OSE, antes de explicar el programa del recorrido europeo. "Somos embajadores de la cultura vasca y española y eso se refleja en el programa". Porque la Sinfónica, que interpretará a Tchaikovsky, Respighi y Dvorak, viaja a Alemania y Suiza con dos programas distintos, que también incluyen Ma mère l'Oye, del vasco-francés Maurice Ravel, y la suite nº 2 de El sombrero de tres picos, de Manuel de Falla.

La gira arrancará en el nuevo auditorio de Lucerna donde se celebra el festival de música clásica más importante de Europa. No será la única plaza en la que la OSE deberá responder a las expectativas de un público acostumbrado a escuchar a las mejores orquestas. De hecho, la Sinfónica se enfrenta el 12 de febrero (un día después de actuar en Friedichshafen) a la audiciencia de la Herkulessaal, sede de la Filarmónica de Múnich. Y el día 14 concluirá la gira en la Tonhalle de Zúrich, que acoge a las orquestas europeas más aplaudidas. "Es un gran reto", dijo Varga. Para esta ocasión, la OSE cuenta con un solista de excepción: Misha Maisky. Su maestro, Rostropovhic, dijo de él: "Es uno de los talentos más extraordinarios de la nueva generación, combinando en su arte poesía y delicadeza exquista junto con temperamento y técnica brillante".