No le votaré, señor Gallardón

Le voté en ocasiones anteriores, pero no puedo votarle. No se trata de un disgusto pasajero, sino de incompatibilidad profunda. Soy padre de cuatro hijos. Hace tres meses hemos celebrado las bodas de plata de nuestro matrimonio. Sinceramente, a pesar de su Metrosur, sus autovías y autopistas, etcétera, no le voy a entregar mi voto para que usted equipare la familia con las parejas de hecho. Si usted quiere colaborar en la destrucción de la familia, yo quiero luchar para defenderla con todas mis fuerzas.

Tampoco voy a darle mi voto para que usted les quite a los niños sin padres el derecho a ser adoptados por una familia, a tener un padre y una madre, y les entregue cruelmente a vivir como "adorno" de una pareja de hecho formada por homosexuales. Como ve usted, señor Gallardón, no sólo no quiero, sino que tampoco puedo votarle a usted ni a los que actúan como usted, sean de su partido o de la oposición, destruyendo lentamente la familia. Sé a quién no voy a votar. Y no estoy solo, señor Gallardón, somos muchos los que pensamos y sentimos lo mismo. Estamos hartos de que en aras de falsos "progresismos" ustedes jueguen con las vidas de niños inocentes y rebajen la familia a la unión de dos personas que se juntan "de hecho".