España desaloja el 'Prestige' por riesgo de rotura y detiene a su capitán

Un helicóptero de Salvamento Marítimo rescató ayer por la tarde a los siete tripulantes del petrolero Prestige, entre ellos el capitán, ante el riesgo inminente de que el barco se partiera en dos debido a una grieta en su casco de 35 metros de longitud.

El capitán del buque fue detenido tras llegar a tierra acusado de desobediencia y delito contra los recursos marinos y el medio ambiente. El Gobierno español insistió en denunciar que el barco se dirigía a Gibraltar y en acusar a las autoridades británicas de falta de control de esa embarcación, que había recalado en el Peñón al menos una vez más, el pasado junio.

El embajador británico en España, Peter Torry, replicó que el punto de destino del petrolero era Singapur y no tenía previsto recalar en Gibraltar.

A la polémica sobre la responsabilidad en el incidente se sumó Loyola de Palacio, dirigente del Partido Popular y comisaria de Transportes y Energía, que lanzó una acusación especialmente grave: 'En Gibraltar estamos ante un caso más de evasión de impuestos, de contrabando y de actividades no adecuadas'.

La declaración desencadenó un conato de conflicto diplomático: 'Estas acusaciones lamentables no son la manera más adecuada para crear el clima de confianza que necesitamos para abordar este tema y llegar a un posible acuerdo sobre Gibraltar', contestó Torry.

El petrolero Prestige, cargado con 77.000 toneladas de fuel, sufrió un escoramiento el pasado miércoles como consecuencia del temporal cuando navegaba muy cerca de las costas gallegas. El incidente provocó un vertido de 3.000 toneladas de fuel y una grieta en el barco.

La rotura inminente del casco que ayer vaticinaban los servicios de rescate se produciría en una zona marítima situada a 65 millas de las costas gallegas.

En ese punto fue donde los remolcadores decidieron ayer por la tarde no continuar arrastrando al barco ante el empeoramiento del tiempo.