Los forenses, paso a paso

El inicio del segundo curso en la Academia de Operación Triunfo -que ayer cosechó su peor cuota de pantalla, un 33,1%, en la accidentada gala donde la indisposición de Enrique Anaut retrasó hasta la próxima semana las nominaciones y expulsiones- rompió el ritmo ascendente en la audiencia de una de las sorpresas de la temporada, la serie CSI. Aun así, el número de seguidores del equipo de forenses de Las Vegas -desde mediados de julio es la oferta de Tele 5 para las noches de los lunes, por la que había apostado diez meses antes el canal AXN (CSD y principales redes de cable)- se ha duplicado hasta situarse en 4,5 millones de espectadores.

La tercera temporada de CSI (en España está en antena la segunda) ofrece cifras de audiencia tan elevadas en Estados Unidos que los productores han inventado un producto clónico, CSI: Miami, capaz de extender los beneficios de la franquicia. La serie ha conseguido algo que no ocurría desde hace siete años: desbancar del número uno de la lista de series dramáticas, con cerca de 30 millones de espectadores, a Urgencias.

El éxito se ha traducido en un aumento de sueldo para los protagonistas. William Petersen (el jefe, Gil Grissom), que comenzó cobrando menos de 75.000 dólares (77.000 euros) por episodio, gana esta temporada 250.000 por capítulo, y se graban 23. Su compañera Marg Helgenberger (Catherine Willows) ha subido a 150.000 dólares, la mayor ficha femenina en una serie dramática, por encima incluso de los 100.000 dólares que ganaba Gilliam Anderson en los últimos años de Expediente X.

La CBS y los productores se han copiado a sí mismos en CSI: Miami. Eso sí, en un entorno mucho más tropical que el que ofrece Las Vegas, con forenses de la talla de David Caruso y Kim Delaney (ambos, en Policías de Nueva York). La estrategia funciona, porque CSI: Miami ya está entre las 10 más vistas de la temporada. AXN negocia actualmente su emisión en España.