Bolivia como videojuego
Sebastián, el protagonista de Sueños digitales, es diseñador gráfico de una revista en un país imaginario muy parecido a Bolivia (la revista es Fahrenheit 451, la editorial, Tiempos Posmodernos). Jugando con el programa informático de fotomontaje para la contraportada, inventa una quimera: 'Todo había comenzado con la cabeza del Che y el cuerpo de Raquel Welch'. La idea tiene éxito; luego vendrían: 'La cabeza de Laetitia Casta y el cuerpo del subcomandante Marcos. La cabeza de Diego Maradona y el cuerpo de Anna Kournikova. Trotski y Salma Hayek...'. Las ventas se disparan; Sebastián es reconocido como 'el Picasso de la fotografía digital'. En secreto, lo llaman para colaborar con la oficina de prensa de Montenegro, el presidente de la nación, a cambio de un jugoso estipendio. Montenegro -personaje inspirado en el general Hugo Banzer- es un antiguo dictador, enriquecido por oscuros negocios, que acaba de ganar unas elecciones democráticas; Sebastián debe retocar las fotografías de su época negra para borrar las huellas de sus infamias. Todo eso mientras vive en un torbellino celópata con su bella e inquietante esposa.
SUEÑOS DIGITALES
Edmundo Paz Soldán Alfaguara. Madrid, 2002 226 páginas. 11,12 euros
La novela se proyecta hacia la parábola, puesto que el protagonista tiene problemas de conciencia al vender al demonio su sagacidad profesional. El marco viene dado por claros rasgos generacionales: Sebastián 'había nacido un año después del inicio de la dictadura' y la política lo deja más bien indiferente; a su padre, un 'tecnófobo' que vive aislado en una cabaña en Colorado, hace diez años que no lo ve. Por otra parte, Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia, 1967) se adhiere a la moda de mencionar todas las marcas. De golpe, el paisaje boliviano accede a la era digital y queda como absorbida por un videojuego. Poco a poco el apólogo deviene en relato fantástico, y el substrato moral se esfuma. El cambio de género parece forzado por la dificultad para despejar la ecuación ética que mueve el relato: el novelista se solidariza con su personaje y pierde el rumbo.
Puede verse en un cuento de Cortázar, Las babas del diablo, el antecedente de Sueños digitales. Escrito hace cuarenta años, trataba de un fotógrafo obsesionado que acaba por invertir los dominios de la realidad y su representación. En esta novela, las nuevas tecnologías empujan a un parecido delirio paranoico a su protagonista. La diferencia radica en la forma: Paz Soldán se ve limitado por una pobreza de recursos que no se redime en los capítulos dedicados al monólogo interior de Nikki, la mujer de Sebastián. Que la ambigüedad -moral, genérica, estética- llegue a ser inquietante energía y no insalvable obstáculo depende en buena medida del estilo. Y, por más exaltación hacia los adelantos informáticos, el espesor de una prosa y la solidez de una trama siguen dependiendo por completo del trabajo del escritor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Cinco series que han sorprendido en 2025 (y que aún estás a tiempo de ver)
Sí, clonar a tu mascota es posible… pero también implica riesgos éticos enormes
Por qué los incendios de 2025 han disparado las emisiones de CO₂ en España
Menos trámites, más casas: así quiere la UE acelerar la construcción de vivienda
Lo más visto
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- El “canibalismo interno” se extiende en el PSOE a la espera del día después de Sánchez
- El Ayuntamiento de Valencia y el Levante piden a LaLiga aplazar el partido contra el Villarreal por las fuertes lluvias
- El hombre que desarmó a uno de los atacantes en Sídney es aclamado como un héroe en Australia




























































