Nefrólogas sancionadas

La nefrología valenciana se ha visto conmocionada por el castigo aplicado a dos nefrólogas, trabajadoras de un hospital público con gestión privada -despido para una, y diez días sin trabajo y sueldo para la otra- motivado por unos cambios de turno que no habían sido comunicados a su superior. Estas mujeres son médicos competentes y responsables de mérito demostrado. Renunciaron hace años a otro trabajo para incorporarse al desarrollo de la nefrología en un área que, hasta ese momento, contaba con recursos muy limitados. Con no pocas dificultades trabajaron con este objetivo, sin escatimar su esfuerzo. Causa sorpresa la actitud del hospital, que opta por la sanción ante una situación que es práctica habitual entre los profesionales sanitarios.

La incorporación de nuevas fórmulas de gestión, lejos de renunciar al diálogo y a la capacidad de disentir, debe de fomentar el cambio de opiniones entre profesionales. Estos nuevos modelos están en una situación óptima para realizar una auténtica gestión del cambio, con capacidad para implicar a los profesionales y recompensar el esfuerzo. Así, nada más contrario a esta idea que las relaciones basadas en la disciplina y la autoridad.

Para finalizar queremos citar a los propios responsables del Hospital de la Ribera de Alzira en el Manual de gestión para jefes de servicio: 'La organización de la gestión clínica se basa en elaborar guías de cuidados fundadas en el consenso y la evidencia, simples, aplicables por todos, reformables a la luz de evaluaciones continuas, organizadas en un calendario concreto y reformables en el tiempo'.

Esta filosofía, no aplicada en este caso, nos atreveríamos a decir que tiene el apoyo de la mayoría de los nefrólogos valencianos, incluidas las dos sancionadas.