Los turcos se congracian con Brasil

Apenas diez días después de que Brasil fuera considerado en Ankara y toda Turquía el enemigo público número uno -recuerden: el penalti que no fue, el teatro de Rivaldo-, los aficionados turcos tomaron ayer por la mañana las calles de las principales ciudades para celebrar el pase de su selección a los octavos de final. Y después del grito más popular, a ritmo de mambo: 'Uno, dos, tres... Turquía' -los goles marcados a China-, el agradecimiento a la manita echada por Brasil fue el sentimiento más expresado.

En efecto, disputando su segundo Mundial tras su fugaz aparición por la cita suiza de 1954 -triunfo (7-0) sobre Corea y eliminación a pies de Alemania-, la selección turca del discutido técnico Senol Gunes ha conseguido el mayor éxito de su historia gracias también al 5-2 que Brasil endosó a Costa Rica, con la que Turquía acabó empatada a puntos, pero con mejor diferencia de goles: +2 por -1.

El pase de Turquía, que se enfrentará en los octavos al primer clasificado del Grupo H -el de Japón, Rusia y Bélgica-, refrenda la progresión del fútbol en el país euroasiático, que alcanzó los cuartos de final en la Eurocopa 2000, el mismo año en el que el Galatasaray le ganó la Copa de la UEFA al Arsenal.