Mayores, al salón

Los mayores han tomado Madrid.En un extremo de la ciudad, se debate sobre el envejecimiento; en el otro, se celebra la primera y gratuita Feria Internacional del Mayor. Comenzó el lunes, termina mañana, y según los organizadores cada día han acudido 8.000 jubilados.

Sesenta expositores venden plazas en residencias, asistencia a domicilio, viajes a balnearios e incluso muestran la correcta biomecánica de bastones y andadores.

Pero lo más atractivo son los regalos que osan dar algunos expositores. Una empresa de residencias cometió ayer el error de regalar abanicos. Una avalancha de mayores cayó sobre el mostrador y los abanicos se acabaron. 'Al menos me he llevado la bolsa', comentó Juan Menareses, de 77 años, un ex pastor que quiere que la transhumancia vuelva a la Puerta del Sol.

Otros mayores descubrían Internet en los dos cibercafés de la feria. Ramón Cueli (64 años, boina calada) se asomaba a una web por primera vez. 'Es sólo un puzzle', explicó escéptico.

El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inauguraron ayer la feria. La visita duró tres segundos, tiempo para estrechar dos manos antes del acto oficial. También habló el presidente de la Fundación del Hombre, fray Bartolomé Vicens, quien por el micrófono sorprendió con un rotundo: 'No se alarme señor ministro, yo no tengo hijos reconocidos'.

Aparicio y Manzano insistieron en que en el cuidado de los dependientes la familia es clave. El ministro celebró que 'cada día hay más recursos privados destinados a la asistencia de los mayores'. Nada perturbó a María Mateo, de 77 años y gafas azules, que no pensaba parar hasta conseguir una camiseta de la feria. 'Y gratis', dijo.