Gracias, pero no

El consejo dado por Hans Eichel, ministro alemán de Finanzas, al Reino Unido (...) en el sentido de que se adhiriera cuanto antes al euro para evitar daños tanto a su economía como a Europa (...), parecerá ridículo a los que observan cómo se hincha la cifra de parados en Alemania. Es muy cierto que cuatro millones de compatriotas de Eichel pronto estarán en el paro, como lo podría estar él en septiembre. El desempleo en el Reino Unido está por debajo del millón de personas. (...)

El actual problema económico alemán puede resumirse como falta de competitividad. (...) Poco puede hacerse para estimular la demanda rebajando los impuestos o incrementando el gasto porque se está constreñido en las estrecheces del mal llamado Pacto de Estabilidad. Son las consecuencias de pertenecer al euro y nada pueden hacer ni los políticos ni los votantes. (...) Las encuestas, del mismo modo que la economía, se están volviendo en contra del Partido Socialdemócrata Alemán.

(...) El resultado de las próximas elecciones generales alemanas es de gran importancia para Gran Bretaña. Incluso si consiguiera sobrevivir en el poder Schröder (...), como bien podría ser, Tony Blair debe considerar qué ha motivado tanto problema a su colega socialdemócrata. Eichel ha tachado de 'excentricidad nacional' la oposición británica al euro. (...) Sin embargo, entrar en un acuerdo económico reñido con sus propios intereses, sólo por razones políticas, es el colmo de la excentricidad para una nación.

Londres, 18 de enero