MÁS PROBLEMAS PARA LA PRINCESA

Los problemas de la princesa Buniah al Saud con la justicia de EE UU aumentan. El lunes la acusaron de pegar a su criada, y ayer, de robar a su chófer, cargos por los que la sobrina del rey Fahd de Arabia Saudí podría pasar hasta 25 años en una cárcel de Orlando, Florida, donde ocurrieron los supuestos delitos. Aunque Al Saud ha logrado salir en libertad bajo fianza, las autoridades norteamericanas le han requisado el pasaporte y han rechazado su petición de inmunidad diplomática, ya que no ejercía ninguna función diplomática ni había notificado su itinerario al Departamento de Estado. La princesa, de 41 años, estudiaba inglés en la Universidad Central de Florida y vivía con su doncella, Memet Ismiyati, en un apartamento alquilado por su chófer, Mohammed el Biyadi. Mientras la princesa pasaba la noche tras las rejas y la doncella en un hospital, el chófer regresó el martes a su apartamento y vio que le faltaban muebles y un equipo electrónico por valor de 6.000 dólares (más de un millón de pesetas). La policía descubrió que la noble saudí se lo había vendido a la vecina. 'Parece que, aunque es una princesa, necesitaba dinero rápido', comentó el sheriff Malone Stewart.