Chicas, niñas

Esta chica tenía 24 años, un hijo de un matrimonio deshecho, estaba embarazada del nuevo novio y muerta de miedo de casarse otra vez y seguir teniendo hijos. Por eso el imbécil del nuevo novio la mató -imbécil de amor, fuera del 'amor inteligente' que describe el psiquiatra Enrique Rojas-; aparte del dolor del hecho, y de la indignación social, encuentro insólito llamarla 'chica' como lo hago aquí arrastrado por la denominación corriente de los medios y de las conversaciones. Esta palabra acostumbrada tiende, sin embargo, a una minoridad de la mujer. Chica: pequeña, niña, chavala, muchacha. El mes que estuve en un puesto oficial, las secretarias se llamaban 'niñas'. 'Si quiere usted cambiar de niñas', me dijeron las mías al llegar, 'díganoslo...'. No conozco otros idiomas en que ocurra: lo nuestro es una herencia arábigo-andaluza donde 'la niña' puede ser una anciana si está soltera. Virgen. Da sensación de persona incompleta, no lograda. 'Girl', 'gamine', 'ragazza', se aplican a quienes realmente lo son.

La palabra no aparece en las reivindicaciones contra el machismo en el lenguaje. Creo que, como otros usos y costumbres, se acepta como un rejuvenecimiento. Es una obsesión lógica de la mujer porque se sabe que el macho busca la hembra joven en todas las especies de mamíferos. No perder ese status por el mero paso de los años produce alteraciones serias. Las madres que visten a sus hijitas igual que ellas pueden producir un aspecto morboso en las pequeñas. La anorexia para conservar algo más que una cintura, los billones de beneficios de las industrias de rejuvenecimiento, desde el maquillaje hasta el quirófano; y salta un odio latente por la realidad.

Puedo desmedirme o descentrarme en esta viejísima corrupción del lenguaje, sobre todo habida cuenta de que son las mujeres las que la aplican entre sí. Y que también se usa entre hombres, aunque con menos profusión. Entre viejos amigos se dice 'chico', a veces 'muchacho', en algunos países 'chacho': pero es cuando los dos han sido compañeros de juventud. Los ingleses son más precisos, más adecuados, como lo son otros idiomas de la Europa racional, y dicen 'old boy'. Viejo muchacho. Pero no hay equivalente femenino. No se podría decir 'vieja chica, vieja niña'.