Los retrasos 'burocráticos' de una norma prevista

Al menos cuatro días ha tardado en llegar el proyecto del decreto para regular las normas contra la legionela desde el Ministerio de Sanidad hasta el Consejo de Estado. La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, aseguró ayer que ella firmó el decreto 'cuando la norma estaba preparada', y que eso fue 'antes de que apareciera el problema en Murcia [el sábado pasado]'.

Por su parte, el presidente del Consejo de Estado, Íñigo Cavero, aseguró ayer que el texto no les había llegado hasta el martes. Villalobos consideró que si Cavero había dicho que el texto llegó al Consejo hace dos días, ello puede deberse a 'trámites burocráticos internos tanto en el Ministerio como en el Consejo'.

La ministra opinó que el presidente del Consejo de Estado, al igual que le sucede a ella, 'tampoco sabe todo lo que pasa en su Consejo'. 'Yo tampoco sé en qué momento sale físicamente del Ministerio' el decreto, añadió.

Pese al retraso, Villalobos, aseguró que 'antes de agosto' el Boletín Oficial del Estado publicará la normativa.

La titular de Sanidad ya había anunciado esta norma en noviembre del año pasado, coincidiendo con los brotes de legionela de Alcoy (Alicante) y Barcelona. Entonces afirmó que estaría lista para principios de 2001. La ministra quiso recordar que la normativa es 'muy compleja', y que ha requerido ocho meses de trabajo, desde que las autoridades autonómicas, que tienen las competencias transferidas en esta materia, la solicitaron al Ministerio de Sanidad.

Pero el departamento de Villalobos contaba con un valioso punto de partida para elaborar el decreto. Hace siete años, en 1994, la Agencia Española de Normalización y Certificación (Aenor) publicó sus recomendaciones para evitar la propagación de la legionela. Este documento es parte importante de las Recomendaciones para la prevención y control de la legionelosis, que un amplio grupo de expertos elaboró para Sanidad en 1999.

Las comunidades que tienen regulaciones para combatir la legionelosis en vigor (Madrid, Cataluña, Valencia, Galicia, Extremadura y País Vasco), también usaron como base el informe de Aenor para redactar sus normas después de sufrir brotes de la epidemia, por lo que todas las partes parecían partir de un lugar común.

El documento con recomendaciones para Sanidad fue coordinado por el subdirector general de Seguridad Ambiental, Francisco Vargas. El texto sugiere que se cree un registro de las torres de refrigeración, se elaboren planos de las instalaciones y se mantenga una hoja de mantenimiento. Una de sus autoras, la jefe de Investigación del Instituto de Salud Carlos III, Cecilia Martín, lo resume así: 'Revisarlas y limpiarlas cada seis meses'.