Inmigrantes
No sólo el de El Ejido es un alcalde insolidario con la inmigración. Son más, en una Andalucía que fue emigrante y hoy no acoge a los que vienen, sino que los soporta a duras penas. Es éste de la inmigración un asunto que se nos hace problema cada día que pasa más claramente. El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha podido ver sobre el terreno y no ha tenido más remedio que denunciarla, la actitud de los alcaldes, sin diferencia de comportamiento entre los del PP o los del PSOE. Se niegan a ceder suelo público para la construcción de viviendas para inmigrantes.
En el Poniente de Almería, los alcaldes tienen miedo, no a los inmigrantes, tienen miedo a perder votos, a no ganar más votos, a tener un discurso distinto del de los ciudadanos que les votan, sino de todos, sí, de todos los que se niegan a compartir la vida con aquellos de los que, sin embargo, sí quieren su trabajo. Se queja el alcalde de Níjar, el socialista Joaquín García, de los que denuncian situaciones desde lejos y no duda en asegurar que 'es muy fácil hacer decretos desde la lejanía, y no podemos estar acogiendo a todo el mundo'. Así dice el alcalde socialista de Níjar. Y asegura el Defensor que 'El Ejido sirve de coartada para que otros municipios no cedan suelo para viviendas'. Desde luego que conviene no hacer demagogia desde la distancia, que diría el alcalde de Níjar. Desde la Junta de Andalucía, el consejero de Gobernación, Alfonso Perales, intenta un encuentro con el PP para establecer un diálogo sobre la inmigración. La propuesta no ha entusiasmado al PP que cree que bastan para actuar los acuerdos entre la Junta y los Ayuntamientos. La Junta de Andalucía quiere que cuando el Plan Integral sobre Inmigración llegue al Parlamento sea aprobado con el mayor consenso posible. Así debería ser para que los partidos consiguieran ofrecer a los ciudadanos una imagen de unidad y de acuerdo en un asunto sobre el que hay mucha pedagogía que hacer, y hacerla es obligación de los políticos. Pero bueno sería que, al tiempo que intenta el diálogo con el PP, el PSOE consiguiera que todos sus alcaldes empezaran a hacer políticas de acogida, políticas de aceptación, de los que vienen a buscarse la vida, gente de la que se acepta, porque se necesita, su trabajo, pero a la que no se quiere aceptar para compartir en paz y solidariamente la vida.
MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ
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