El Juli quiere mandar en el escalafón y ser un torero de época

Seguro, mandón e ilusionado. 'Esperando la suerte necesaria para triunfar'. Así afrontaba ayer Julián López El Juli su segunda corrida en el abono sevillano. Compartía cartel con José Ortega Cano y con Enrique Ponce, y aseguraba que estaba dispuesto a luchar una vez más por la que es su principal ilusión en el toreo: 'Mandar en el escalafón, ser un torero de época'.

El triunfo que persigue el joven torero le fue esquivo en su primera comparecencia, el Domingo de Resurrección. Sin embargo, El Juli no afrontaba esta corrida con ánimo de revancha. 'No conservo un regusto amargo de esa tarde. Hoy [por ayer] es otro compromiso diferente. Tengo que superarme, como todos los días. Siempre quiero triunfar. Además, si todos los días cortase orejas, no valoraría los éxitos', decía.

Aquella tarde compartió el cartel con José Tomás, y ayery lo hacía con Enrique Ponce, dos de sus más directos rivales en el escalafón. 'Hay que competir con todos los compañeros, no sólo con ellos dos. La competencia es bonita, motiva al matador. No se debe evitar. Es uno de los argumentos que llenan de público las plazas', aseguraba el joven diestro, muy seguro de sus posibilidades.

El Juli sigue con atención el transcurso de la Feria de Abril. Desde Cádiz, donde se preparaba para la tarde de ayer, aseguraba que la feria va bien, 'aunque aún no ha roto al nivel que todos los aficionados esperan'.

Las corridas lidiadas hasta ahora han mostrado un flojo nivel ganadero. Excepto el encierro de Torrealta, que el propio Julián López mató el Domingo de Resurrección junto a Espartaco y Tomás, la mayoría de los toros lidiados han resultado mansos, anovillados, faltos de fuerza y escasos de trapío.

El Juli, sin embargo, cree que 'ser negativos no lleva a nada. Aparte de la de Torrealta, que fue una gran corrida, ha habido algunos toros sueltos muy importantes. Y quedan muchos por lidiar. Espero que mejoren en lo que queda de ciclo'.