¿Beca o contrato?

El día 20 de diciembre se vota en la Comisión de Ciencia del Congreso de los Diputados una propuesta no de ley que insta al Gobierno a regularizar la situación de miles de jóvenes investigadores que realizan su trabajo a cambio de una beca (o, en ocasiones, a cambio de nada).La razón para que las instituciones públicas utilicen la figura de la beca, en vez de la del contrato, es simplemente la de abaratar costes, ya que resulta ventajoso no tener que cotizar a la Seguridad Social ni conceder al joven investigador derechos básicos como el de prestación por desempleo, baja por maternidad o periodo de vacaciones.

Debemos preguntarnos si es ético que las instituciones públicas utilicen estos criterios más propios del capitalismo salvaje de la revolución industrial que del Estado del bienestar del siglo XXI. Argumentan que estamos en un periodo de formación, pero olvidan decir que además estamos produciendo riqueza, pues con nuestro trabajo soportamos un buen porcentaje de los proyectos de investigación de este país. ¿Acaso los médicos internos residentes (MIR) no se están formando? Por supuesto, pero también realizan un trabajo, y por ello se les contrata y gozan de los derechos laborales que reconoce el Estatuto de los Trabajadores. Nuestra situación es la misma, pero sólo nos ofrecen becas.

El Grupo Parlamentario de IU presenta una iniciativa para sustituir el sistema de becas por uno de contratos, y es el momento de que todas las fuerzas políticas demuestren si, como dicen, pretenden revitalizar la investigación en España, aumentar la inversión en I+D y evitar la famosa fuga de cerebros. O quizá sólo son palabras huecas.- Manuel J. Rodríguez Ortega. Miembro de la Federación Estatal de Jóvenes Investigadores / Precarios. Córdoba.