Zaplana reduce a anécdota el 'parking' no construido en el hospital de Vila-real

"Anécdotas y chascarrillos". Hasta cuatro veces recurrió el presidente del Consell, Eduardo Zaplana, a estos calificativos para referirse al aumento presupuestario de 719 millones de pesetas destinado a un aparcamiento subterráneo no construido en el hospital de Vila-real. Los constructores -Lubasa, Dragados, Torrescámara y Compañía de Obras- recibieron la adjudicación de las obras pese a presentar la oferta más cara.

"El drama de la Comunidad es que existe un elevado nivel de radicalización en los medios y en la oposición". Eduardo Zaplana echó mano ayer del fatalismo victimista para echar tierra sobre las acusaciones de irregularidades en la construcción del hospital de Vila-real que inauguró ayer. Hasta cuatro veces insistió Zaplana en su intención de hablar de políticas generales en un debate "serio y riguroso" y dejar de lado lo que considera "anecdótico" y "chascarrillos". "No les voy a hacer el juego a quienes intentan adulterar el debate", afirmó el presidente de la Generalitat. "No voy a dar cobertura a estas insensateces", "son infundios", sentenció el dirigente popular.El diputado socialista José Camarasa denunció anteayer el aumento presupuestario de 719 millones de pesetas aprobado por Sanidad respecto al proyecto inicial -de 3.456 millones- de construcción del hospital de La Plana destinado a construir un aparcamiento subterráneo que no se ha ejecutado. Una posterior modificación alteró el estacionamiento para situarlo en superficie, pero no se construyeron las plazas inicialmente previstas ni se redujo el incremento presupuestario destinado al armazón subterráneo. Zaplana justificó esta situación en el "presupuesto ajustado" que ha tenido el centro y en que al principio de su construcción se detectaron problemas de cimentación "que dieron lugar a modificaciones" y que, al parecer, no fueron detectados en las catas que preceden a todo inicio de obras.

Las obras fueron adjudicadas a las empresas Lubasa, Dragados, Torrescámara y Compañía de Obras pese a que presentaron la oferta económica más alta, que se elevó a 3.596 millones de pesetas, con una rebaja mínima del 0,10%. La unión temporal de empresas entre ACS y Foncosa rebajó el presupuesto inicial hasta un 17,2%, al cifrar las obras en 2.800 millones de pesetas. También redujo la suma la unión alcanzada entre Fomento de Costrucciones y Contratas, Necso y Edifesa, que descendió un 16,7% y se ofreció a construir el hospital por un total de 2.998 millones de pesestas. Mientras la valoración económica o la planificación de las obras computaban un 10% cada una como criterios de evaluación, aspectos como la experiencia en construcción o la valoración del proyecto básico de las obras, más subjetivos, se elevaron al 45% sobre la baremación total.

La falta de plazas de aparcamiento se dejó sentir ayer notablemente en los accesos del hospital, abarrotados por el desembarco de autoridades que se dejaron ver por el centro. Entre quienes flanquearon a Zaplana se encontraban el consejero de Sanidad, Serafín Castellano, y el ex consejero Joaquín Farnós. No estuvo, sin embargo, el responsable de gestionar la consejería entre los dos, José Emilio Cervera.