El cuerpo pasa factura por la falta de descanso

- ¿Qué es? Los períodos de descanso son como pequeñas regresiones; como retroceder a la infancia, por decirlo de algún modo. Y esto es necesario. Los psicólogos aseguran que el ser humano no puede pretender vivir sin parar de hacer cosas... Y, para pararse, están las vacaciones. - ¿Qué hacer? El descanso se consigue rompiendo la dinámica de hacer cosas al precio que sea. Eso de que si no se está haciendo algo, uno se a aburre, es un error que nace de no querer mirarse hacia dentro... prefiriendo seguir ocupados, para no pensar, aunque sea en tiempo de ocio. Mucha gente está acostumbrada a trabajar con tal ímpetu que no quiere sentir que tiene que pararse. Las depresiones de fin de semana, la hiperactividad, la angustia que se siente si no se cumplen los planes previstos, son síntomas inequívocos de que no se sabe descansar.

- Los remedios. Lo mejor es dejarse llevar. Hacer lo que a uno le apetezca sin ponerse condiciones, ni horarios. Y aceptarlo. Para reponer energías físicas y psíquicas hay que desconectar y romper ese ritmo y esa actividad que se ha estado llevando. El mismo cuerpo lo pide y, si no se le hace caso, se venga con gripes, catarros o dolores de cabeza. Dormir es muy importante, y soñar más; los sueños ayudan a renovar las energías.