Renovarse o morir

Flexibilidad y capacidad de adaptación. Son las dos características de las que ha tenido que hacer gala el personal de TVA a la hora de incorporarse a un grupo multinacional como Lemförder. "Hay un proceso importante de formación en las personas. Por supuesto, de conocimiento de idiomas, de adaptación a un tipo de organización diferente y de adquisición de conocimientos complementarios a los que ya se tenían. Es un proceso muy largo. Estamos en la primera fase de integración en el entramado internacional", afirma Hernando.Todo el proceso de adaptación se ha realizado sin renunciar a las características propias, que hacen de TVA una empresa distinta dentro de Lemförder. "Somos una empresa vasca y seguimos siendo una empresa vasca. Reunimos todas las características que hacen que las empresas vascas tengan ese carácter de competitividad. Y mantenemos la profesionalidad de las personas. Seguimos siendo vascos los que estamos en la empresa", reivindica Hernando.

Un punto en el que la empresa se ha colocado a la cabeza del grupo alemán es en la calidad. "Llevamos 10 años preocupándonos por la mejora de la calidad. A finales de los ochenta tomamos como cliente importante a Nissan, que te obliga a una serie de mejoras. Con ellos empezamos a trabajar este tema", rememora el director gerente. A partir de ahí, TVA se ha ido transformando "hacia una cultura de calidad total". En recompensa al esfuerzo efectuado, TVA ha recibido recientemente la Q de plata del Gobierno vasco, que destaca a las empresas vascas que reúnen unos requisitos imprescindibles de calidad.