Los pescadores del Palmar rechazan el auto que insta a aceptar a las mujeres

La Comunidad de Pescadores de El Palmar rechazó el pasado lunes el auto de la Audiencia de Valencia que requería a la entidad para que admitiera como miembros de pleno derecho a las mujeres cuya entrada fue vetada el pasado año. La decisión se adoptó en una reunión extraordinaria de la junta general que se desarrolló en cuatro actos y un epílogo. En el primero, la directiva de la comunidad formuló una propuesta que difícilmente podía ser aceptada por los socios: acatar el auto y admitir a las cinco mujeres demandantes."Con el exclusivo ánimo de cumplir y acatar" la resolución judicial para evitar "incurrir en el delito de desobediencia a la autoridad judicial que, al parecer, se le pretende imputar", pero sin dejar de señalar que la directiva "no comparte los argumentos" del auto, el jurat de la Comunidad de Pescadores de El Palmar proponía a la junta general "que se proceda a la admisión de las citadas señoras como miembros de pleno derecho".

En el segundo acto, la propuesta fue debatida por los socios, uno de los cuales, Salvador Ferrer Sancanuto, formuló una alternativa en la que se recuerda que "el único procedimiento de ingreso" en la Comunidad de Pescadores es el establecido en sus normas internas, aprobadas el 22 de julio de 1997, y que "la única instancia competente para decidir" la admisión de socios es la junta general. Este socio proponía que "en ejercicio del derecho fundamental de asociación" la junta general acordara que "rechaza expresamente" la iniciativa de la directiva y que tal decisión fuera comunicada a la Audiencia.

En el tercer acto, las dos iniciativas fueron sometidas a votación: la primera obtuvo el respaldo de 12 socios, tantos como componentes tiene la junta directiva, y la segunda recibió el apoyo de 82 votos. Tras esta votación, llegó el cuarto acto: la directiva se consideró desautorizada por los socios y por "imperativo legal" presentó su dimisión, que no fue aceptada por la asamblea, dado que "la totalidad de los miembros" de la Comunidad de Pescadores se mostraron "firme y unánimemente solidarios con su actuación". También hubo votación: ningún voto a favor de la dimisión, 82 en contra y 12 abstenciones.

En el epílogo, el jurat preguntó si algún socio estaba dispuesto a "rechazar los derechos que la Comunidad tiene concedidos desde tiempos del Rey JaimeI en lo que respecta al ejercicio de la pesca en l'Albufera". No se alzó ninguna mano.