Comienzan las obras de la autovía de La Mancha, prometida por Aznar en 1993

La autovía de Castilla-La Mancha, entre Cuenca y Maqueda (Toledo), de 218,9 kilómetros y presupuestada en 80.575 millones de pesetas, echó a andar ayer con las obras entre la capital conquense y Abia de la Obispalía. El Consejo de Ministros autorizó el viernes pasado la contratación de este primer tramo, de 22,4 kilómetros, que costará 13.231 millones. El presidente del Gobierno, José María Aznar, se comprometió a construir esta carretera, que enlazará por Tarancón (Cuenca) con la autovía de Valencia y por Maqueda (Toledo) con la de Extremadura, cuando se encontraba todavía en la oposición, en 1993 y 1995.El delegado gubernamental en Castilla-La Mancha, Carlos Moro, aseguró que se cumple asi la promesa del Ejecutivo popular de que Cuenca estaría conectada por autovía con Tarancón, Toledo y Maqueda y los trabajos empezarían "antes de que acabase la legislatura". Según las previsiones, la autovía manchega estará en funcionamiento en 2005.

Las aspiraciones de Cuenca de conectarse a la red de autovías del Estado se remontan a 1991, cuando en los estudios de la de Valencia se contemplaba un trazado que pasaba por Cuenca, pero finalmente fue desechado por el Gobierno socialista. Fue entonces cuando el PP comenzó a realizar promesas electorales de construir la autovía de Castilla-La Mancha. Ahora, pocos días antes de que se abra la campaña electoral del 12-M, las obras se han iniciado al fin.

El Plan de Infraestructuras relativo al periodo 2000-2007 también prevé 150 kilómetros de la autovía Cuenca-Teruel, con 50.000 millones de presupuesto, según informó Moro.