UNA URGENCIA POCO PRECISA

Un aviso poco preciso fue la causa de que la solución fuese precaria. En la mañana de ayer, una llamada al 091 pedía ayuda al Cuerpo Nacional de Policía de Cuenca, ya que había una persona enferma en su domicilio. La sorpresa se la encontró el agente que acudió al domicilio del enfermo al ver que a quien había que socorrer era a una mujer que estaba dando a luz. Así, el funcionario policial tuvo que asistir el parto en la casa de la futura madre sin más ayuda técnica que una pinza de la ropa y unas tijeras de la cocina, con las que cortó el cordón umbilical del recién nacido y realizó los primeros auxilios hasta que se trasladó a madre e hijo al hospital provincial Virgen de la Luz, donde ambos se encuentran en perfecto estado. El subdelegado del Gobierno en Cuenca, Luis Casero, ha felicitado a este agente y ha alabado la función humanitaria de este cuerpo, "que dice mucho de la profesionalidad de la policía nacional que tenemos en Cuenca".- ,