El Parlamento reclama la creación de centros de urgencias para mujeres maltratadas

El pleno del Parlamento aprobó ayer por unanimidad una resolución en la que reclama a diputaciones y ayuntamientos la creación de centros de urgencias sociales que garanticen a cualquier hora del día o de la noche la atención inmediata a mujeres que hayan sufrido malos tratos. La Cámara fue ayer más allá de sus habituales declaraciones de condena de la violencia doméstica y propuso una serie de medidas concretas.Los grupos firmaron una enmienda transaccional a una iniciativa de IU que insta al Departamento de Justicia a dotar a los servicios ya existentes de asistencia a las víctimas de delitos de personal especializado en la lucha contra los malos tratos. De igual forma, pide a Interior que las mujeres que acudan a una comisaría a denunciar agresiones sean atendidas por agentes preparados en este campo.

El texto exige al Gobierno la creación de programas de tratamiento psicológico para los hijos de víctimas de maltrato y defiende la figura del alejamiento legal del agresor, por entender que esta medida, junto a la protección oficial, supone una garantía para la seguridad de la mujer. Ambas actuaciones contribuirán a "evitar nuevas agresiones" y permitirán a la víctima "continuar desarrollando su vida con mayor normalidad en su entorno habitual", según la propuesta del Parlamento.

Ponencia específica

El portavoz de Izquierda Unida, Javier Madrazo, resaltó que las actuaciones judiciales y policiales exclusivas no ofrecen resultados. "El 98% de las mujeres que han muerto a manos de sus maridos ya habían denunciado con anterioridad a sus agresores", recordó.

La socialista Gemma Zabaleta lanzó una propuesta para que los grupos reflexionen: la conveniencia de crear una ponencia parlamentaria específica sobre malos tratos. "Las víctimas tienen que sentirse protegidas por los poderes públicos", dijo. Estefanía Beltrán de Heredia, del PNV, abogó por adoptar medidas culturales y educativas que coloquen a las mujeres en el lugar que les corresponde gracias a un "cambio de mentalidad social".

Según datos de Emakunde, en 1998 se registraron 661 denuncias de mujeres maltratadas: 400 en Vizcaya, 136 en Guipúzcoa y 125 en Álava.