Garzón obliga al Supremo a decidir de nuevo sobre la relación de González y los GAL

El juez Baltasar Garzón, instructor del caso Oñederra, se ha dirigido a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo para que se pronuncie de nuevo sobre la posible imputación de Felipe González, presidente del Gobierno durante 13 años, en la creación y actividades criminales de los GAL. El magistrado ha remitido al alto tribunal una exposición en la que desentierra los papeles del Cesid, desclasificados hace ya dos años y medio, para que dictamine si constituyen un indicio suficiente para imputar al ex jefe del Ejecutivo socialista.

El juez advierte que no procede seguir adelante con la instrucción del caso Oñederra, en el que investiga la creación de los GAL y cuatro asesinatos cometidos en el sur de Francia en los años 1983 y 1984, "hasta tanto no se fije el límite de responsabilidades desde arriba". Garzón entiende que los meros documentos del Cesid sobre la guerra sucia contra ETA desclasificados en 1997 -las notas de despacho sobre el acta fundacional de los GAL y el inicio de acciones terroristas en Francia-, aislados, no serían suficientes para dirigirse al alto tribunal. Pero argumenta que estos papeles, unidos a los testimonios que en su día se tuvieron en cuenta, pueden motivar ahora "un punto de vista diverso o confirmar el ya adoptado". El 5 de noviembre de 1996, la Sala Segunda decidió ya por seis votos contra cuatro no imputar a González en el caso Marey por considerar que no había elementos suficientes. El ex presidente recordó ayer en Barcelona las "veladas amenazas" que le formuló el portavoz del PP, Luis de Grandes, tras las elecciones catalanas, y añadió que no se siente preocupado. Los magistrados se reunirán la próxima semana con carácter de urgencia para resolver el auto de Garzón, contra el que recurrirá la fiscalía.