Lágrimas y champaña

FÚTBOL Partidos de promoción a PrimeraLágrimas y champaña se mezclaron anoche en un vestuario desbordado de alegría. La caseta del Sevilla se bebió la emoción de un ascenso logrado a pulso y plagado de dificultades. Tres botellones del liquido francés corrieron de mano en mano entre los jugadores de una plantilla desbordada por el triunfo. "Hemos sufrido mucho pero al final hemos conseguido el objetivo". Esa frase también corría de boca en boca de todos los jugadores, técnicos, directivos y aficionados sevillistas. Quevedo, autor del primer gol del Sevilla esta temporada y del último, anoche, no cabía en sí de alegría. "Lo hemos logrado y esto es muy grande, nos lo merecemos y se lo merece esta afición que es increible". El griego Vassili Tsartas, auténtico ídolo, dedicaba el triunfo a la afición, "a todos los que confiaron en nosotros desde el principio".

Juan Carlos, un cordobés que vivió el doblete de títulos con el Atlético de Madrid, comparaba el ascenso del Sevilla con los dos títulos colchoneros. "Para mí ha sido como esos títulos, ha sido increíble. Ahora sólo hay que disfrutarlo. Lo he pasado muy bien y estoy muy contento de que mi hijo lo haya vivido conmigo".

Monchi, otro de los baluartes del equipo, confesaba sentirse más sevillista que nunca. Cuestionado en los dos años de calvario del Sevilla en Segunda, el cancerbero de San Fernando, decía sentirse como un héroe después de haber pasado momentos criticado como un villano.