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Los inspectores reprueban la gestión de Costa al frente de la Agencia Tributaria

La asociación Apife, que agrupa a los inspectores de Hacienda, emitió ayer un duro comunicado en el que reprueba la gestión del secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa. La crisis abierta por los escándalos en la inspección de Cataluña es vivida por el colectivo como "una incriminación generalizada", ante la cual Apife denuncia la falta de respaldo público por parte de Costa. Le reprochan también los cambios continuos en la dirección de la Agencia Tributaria, su politización y la ineficacia en la lucha contra el fraude fiscal.

En un ataque frontal que supera en su dureza al realizado cuando Juan Costa acusó de amnistía fiscal a la Administración socialista, la asociación Apife descalifica sin paliativos la gestión del secretario de Estado al frente de la Agencia Tributaria. Falta de criterios técnicos e incongruencia en la lucha contra el fraude fiscal, continuos cambios de equipos, utilización política, ineficacia para resolver los conflictos internos y, lo más sangrante en estos momentos, ausencia de respaldo ante la crisis de desprestigio que mina la labor de los inspectores.Estas duras críticas reflejan el balance que los inspectores de Hacienda, el colectivo de mayor nivel dentro de la Agencia Tributaria, hacen de la actuación de Costa en estos tres últimos años. Nunca ha habido plena sintonía, pero ahora, con los escándalos de los ex inspectores de Cataluña José María Huguet y Ernesto Aguiar, hay un divorcio claro y, seguramente, sin marcha atrás.

"Asistimos con profunda preocupación a la incriminación generalizada por parte de los distintos medios de comunicación del colectivo de inspectores, como consecuencia de conductas individuales reprobables, sin que la Agencia Tributaria o la propia Secretaría de Estado [Costa es su responsable y, como tal, preside la Agencia Tributaria] hayan transmitido a la opinión pública un mensaje de profesionalidad y función social que desempeña este colectivo", dice el comunicado.

Pero la crisis viene de largo y arranca de la fracasada acusación de amnistía fiscal, que involucraba directamente a los inspectores. Costa abrió el fuego con esta denuncia, de intenciones políticas claras, y no ha conseguido aún cerrar las heridas en su propio terreno.

El comunicado de Apife denota también un profundo descontento con la utilización de la Agencia como "arma política arrojadiza" y aboga porque se "garantice un trabajo profesional e independiente". Esto, señala, es "compatible" con el control parlamentario de la gestión de la Agencia Tributaria.

"Incongruencia absoluta"

Más recientemente, Costa quedó en evidencia en el Parlamento al presentar unos resultados de lucha contra el fraude fiscal manipulados y un plan de objetivos cuantitativos que es rechazado por los inspectores, encargados de aplicarlo.La asociación denuncia "la incongruencia absoluta entre las prioridades de objetivos de lucha contra el fraude fiscal que desde la Secretaría de Estado de Hacienda se ofrece a los grupos parlamentarios y a la opinión pública y la realidad efectiva de exigencia a nuestro colectivo del cumplimiento de unos objetivos meramente numéricos de deuda tributaria, incrementada año tras año sin justificación técnica suficiente".

Por ello, Apife señala la "dificultad de realizar un trabajo técnico que colabore a una eficaz lucha contra el fraude fiscal". Y apunta, como problema de fondo, la incapacidad de Costa para consolidar equipos de dirección: "Los continuos cambios (...) en nada contribuyen a la necesaria pacificación a medio plazo y a la continuidad en la gestión que permita conseguir unos mejores resultados".

Desde que Costa fue nombrado secretario de Estado de Hacienda, en junio de 1996, la dirección de la Agencia ha tenido tres responsables: Jesús Bermejo, José Aurelio García Martín y, en la actualidad, Ignacio Ruiz Jarabo. El cese de los dos primeros fue traumático. Los cambios han sido constantes y abarcan desde el propio gabinete técnico de Costa hasta prácticamente todas las direcciones generales.

A ello se une el conflicto de los subinspectores que reclaman, desde hace año y medio con una huelga de celo, que se les reconozca la labor que realizan. En la misma situación está ahora el cuerpo de gestión (gestión, recaudación, aduanas y contabilidad). Costa tampoco ha sido capaz de resolver estos conflictos que, con el malestar de los inspectores, abarcan a todo el personal cualificado de la Agencia, donde trabajan cerca de 30.000 funcionarios.

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